Yo estuve ahí, donde probablemente estés tú, por eso lo entiendo, te cuento mi historia:

Te cuento rápidamente mi vida para que juzgues con tu criterio si yo he roto mis límites y he desarrollado mi potencial, y por tanto, si puedo servirte desde mi experiencia para que tu también rompas con todos tus límites y desarrolles todo tu potencial, sea cual sea tu pasado o tu situación actual.

Nazco un 15 de Mayo de 1970 en Barcelona, en el seno de una familia humilde de padres muy currantes. Somos 4 hermanos, primero llegó Nuri, 18 meses después llegué yo, a los 18 meses llegó Dani y 12 años después Ana, que parece que se tomó su tiempo.

Dicen que tengo altas capacidades, (una putada) y déficit de atención (refuerza a la putada), cuando yo era niño no se tenían en cuenta esas nimiedades, así que pasé una etapa escolar dura, especialmente de los 10 a los 14 años, suspendiendo entre 6 y 8 asignaturas (depende del trimestre).

Cada tres meses me daban unas notas en las qué insistían en decirme que era muy deficiente, en matemáticas, lengua, geografía, historia… por suerte no me lo creí, por suerte y por razones obvias, porque yo veía que no era idiota, pues estudiaba cada verano y aprobaba en septiembre lo suficiente para pasar de curso.

Reconozco que yo era raro de cojones, a la hora del patio me iba a ayudar a las cocineras, algo impensable a día de hoy. (Por cierto, creo que aprendí más de esas cocineras que de muchos maestros).

A los años 14 muere mi mejor amigo Marc, de Leucemia, era la única persona de mi edad con la que me entendía. Mientras los demás jugaban a futbol en el cole después de comer, Marc y yo jugábamos al ajedrez o al Stratego, éramos dos raros.

A los 16 años creo el primero de los 17 emprendimientos que he creado, pidiéndole a Nuri, mi hermana que tenía 18 y ya tenía carnet de conducir, que me acompañase para ver a un proveedor de bolígrafos y mecheros, que yo quería vender a bares y restaurantes de la Costa Brava.

A los 18, un viaje por Europa de mochilero en Interail, me permite descubrir a Wayne Dyer y su libro “Tus zonas erróneas”, entonces no había móviles ni Internet ni Youtube ni hostias, a leer libros y a mirar por la ventana que es lo único que había.

Ese libro me abre las puertas al desarrollo personal, descubro que yo no decido las cartas que me tocan pero si decido cómo las juego.

Me vuelvo adicto a este tipo de libros y empiezan a llegar a mi vida personajes como Louise Hay, Brian Tracy, Jim Rohn, Dale Carnegie y posteriormente, Krishnamurti, Osho y muchos más”.

En pocos años hago una carrera fulgurante en el mundo de las multinacionales, a los 30 años logro el cargo de Director General Delegado, ganando más de 10.000 € al mes netos, Audi de empresa, tarjeta de 2.000 € al mes para gastos etc.

Paradójicamente me siento profundamente vació e infeliz, tenía un sobrepeso de 25 kilos, fumaba, bebía... así que lo dejo todo. Me reinvento formándome en PNL, certificación en Coaching, Terapia Gestalt, grado de Psicología...

Los últimos 20 años me dedico en cuerpo y alma a acompañar a personas a que rompan con sus límites y desarrollen todo su potencial.

He tenido 4 relaciones de pareja largas, me he casado y separado 2 veces, (ahora estoy comprometido por tercera vez con el amor de mi vida), tengo dos hijos maravillosos, Mar de 28 y Teo de 19, de los que me siento orullosísimo, guapos, inteligentes, buena gente… que voy a decir yo si soy su padre.

He viajado mucho y he vivido en Barcelona, San Francisco, París y otros lugares, actualmente vivo en un lugar maravilloso, el “Alt Empordà” al nordeste de España.

Me he arruinado dos veces, no habrá una tercera, he aprendido lo que tenía que aprender. He generado y genero más ingresos que los que genera el 99% de la población, no es fanfarronería, es una obviedad que se cuantifica de manera objetiva con números. Otra cosa es que haya sabido gestionarlos, en eso también he aprendido lo que tenía que aprender.

Si has hecho bien las cuentas al principio, observarás que tengo 53 años, así que ya le he dado la vuelta al jamón, estoy mejor que nunca físicamente, con más energía vital y más en forma que nunca (lo mío me cuesta), también lo estoy desde un punto de vista mental, emocional y espiritual.

Todo esto para decirte que me siento con la legitimidad y la necesidad de compartir lo que he ido aprendiendo a lo largo de esta maravillosa aventura, que, como ves, ha tenido momentos de todo, para ayudar a que otras personas también rompan sus límites y alcancen su mejor versión.

Espero que tú también seas una de ellas!

David.